Rechazo de las comunidades al voto en contra de Argentina en la ONU

Nuestro país fue el único en todo el mundo en rechazar una resolución de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas. Desde OPINOA, Néstor Jérez dijo que esto incumple los tratados internacionales firmados por el Estado argentino y que es “la continuidad del exterminio para avanzar con el saqueo y el despojo”.

La Argentina sorprendió al votar en contra de una resolución de la ONU que bregaba por el respeto a los derechos de los pueblos indígenas. Fue el único país del mundo que votó en ese sentido. Además hubo siete abstenciones. El resto fueron todos votos a favor. Las comunidades salieron a rechazar lo votado por la representación del Estado argentino.

“Nos genera mucha preocupación y vemos que se reafirma el retroceso, la negación y la discriminación sobre los derechos de los pueblos indígenas en la Argentina por parte del gobierno de turno”, indicó Néstor Jérez, cacique del pueblo Ocloya y miembro de Organizaciones de Pueblos Indígenas del Noroeste Argentino (OPINOA).

Para Jérez, “con este voto negativo queda en evidencia el incumplimiento del Estado a los compromisos asumidos sobre los tratados internacionales y la inseguridad jurídica en que nos encontramos, en donde buscan legalizar la violencia institucional y la violación de DDHH y para favorecer a las multinacionales y al poder económico concentrado que vienen por todo”. En ese sentido recordó medidas como el DNU 70, la Ley Bases, el RIGI y la Reforma Constitucional de Jujuy.

En cuanto a los tratados internacionales, el representante de OPINOA recordó el Convenio 169 de la OIT, el Acuerdo de Escazú, la Declaración Universal de la ONU, la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, pero también en nuestro país el reconocimiento por la reforma constitucional de 1994 de la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas, la posesión y la propiedad comunitaria indígena.

Es dar continuidad al genocidio y el exterminio de los pueblos para avanzar con el saqueo, el despojo y el extractivismo, lo que genera el desequilibrio y la madre irreversible a la madre tierra y que se ve reflejado en la crisis climática y de calentamiento global que pone en riesgo la vida de las futuras generaciones y de toda la humanidad”, dijo Jérez.